Historias
4 minutos de lectura

De ser Mesera a crear su propia cafetería: El Café de Acá ☕

El Fundador
21/4/2024
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iNTRODUCCIÓN

Hoy te cuento la historia de cómo empezó esta cafetería que todos conocemos.

🌱 El Origen

Todo empieza con la Fundadora, Patricia Ciotti. Cómo cualquier joven cuando terminó el colegio, tenía muchas dudas de que hacer con su vida. Pero desde muy chiquita, su sueño era poder vivir en Europa por un tiempo.

Fue entonces cuando conoció a su compañero de viaje y cofundador Javier Cabarcos, que también tenía el mismo sueño. Juntos, vendieron todo lo que podían y compraron un pasaje solo de ida a Barcelona.

✈️ El viaje

Durante el vuelo, Patricia y Javier se preguntaban "¿Por qué tantos Europeos deciden quedarse a vivir el resto de sus vidas en Paraguay, siendo que nosotros lo único que queremos es salir de ahí" Esta pregunta se iban a responder años después...

📍 La llegada

Una vez que llegaron, ella comenzó a trabajar como mesera en la cafetería de un hotel.

Con el paso del tiempo, empezó a encontrar placer en los pequeños detalles de su trabajo diario.

Disfrutaba las puestas en escena antes de que lleguen los clientes:

  • Encender la máquina de café
  • Ajustar la iluminación y la música para crear la atmósfera perfecta
  • Acomodar los almohadones para que invitaran a los clientes a sentarse, mientras el aroma de panes y medialunas se esparcía por el ambiente.

Fue ahí que se dio cuenta lo que quería hacer en su vida. "Tener su propia cafetería” ☕

En una entrevista años después, compartió: "Este era mi propósito. Quería que mi vida cotidiana fuera así, rodeada de estos pequeños detalles y comprendiendo la importancia que puede tener una cafetería para las personas, donde se producen momentos de amor, reconciliación, reuniones entre amigos o simplemente charlas de trabajo".

💭La Nostalgia

Aunque amaba su trabajo en Barcelona. Patricia empezó a extrañar a su familia, la calidez de la gente, la naturaleza, la comida.

En medio de esta nostalgia, reflexionó sobre la pregunta que se hicieron en el avión y comprendió el “Por qué los europeos se quedan a vivir en Paraguay” por la magia y lo encantador que puede ser nuestro país.

Con esta nueva perspectiva, Patricia y Javier decidieron volver y dar inicio al proyecto de crear su propia cafetería, pero no iba a ser una cafetería cualquiera…

🏠 La Casa

Cuando finalmente llegaron, todo sucedió muy rápido. La casa de la tía de Patricia estaba bastante vieja, a punto de derrumbarse. Entonces, con esperanza en los ojos, Patricia le pide a su familia una oportunidad para mostrarles el potencial oculto en aquel lugar. Por suerte, su familia aceptó y le dieron la oportunidad que tanto deseaba.

👁️ La visión

Ahora que tenían la casa, la idea de abrir una cafetería ya no sería una excusa. Pero se encontraban perdidos sin saber por dónde empezar. Patricia y Javier se subieron al auto y fueron a Aregua. Sentados en la estación de tren, reflexionaron sobre cómo sería su cafetería.

En medio de esa tranquilidad, buscando inspiración, Ella sintió una repentina claridad sobre lo que debían crear.

"Una cafetería inspirado en el Paraguay que nos gusta", dijo. "Inspirada en este momento mismo, acá en Aregua, en esta serenidad" "Inspirada en todo lo que extrañamos estando lejos de casa".

☕ La Cafetería

Con la visión clara en mente, aún quedaban los detalles por afinar.

Desde el nombre "El Café de Acá", hasta la elección de sillas estilo cable, servir el cocido en tazas marrones al estilo de las abuelas, y decidir cómo comunicarse con un toque yopará, hasta el diseño del patio con una fuente que imitara sonido de un arroyo... Cada aspecto era importante para ellos, cada detalle añadía un toque especial a su cafetería.

📝 La Propuesta

La propuesta del café de acá fue clara.

Ofrecer a la personas la experiencia de sentirse como si estuvieran en un pueblo típico de nuestro país, todo ello sin salir de la ciudad. Además, deseaban dar la bienvenida a los turistas y compartir un poquito de nuestra cultura a través de nuestra deliciosa gastronomía.

✅ El Resultado

El resultado fue que la gente captó el alma del café. Patricia recuerda con haber escuchado a clientes decir más de una vez: "No sé qué tiene, pero me encanta este lugar, tiene algo especial". Para ella, esos comentarios reflejan el amor y el cuidado que pusieron en cada detalle, algo que se siente en el ambiente, flotando en el aire con una energía única.

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